lunes, 30 de julio de 2012

Silas Marner

Tejedor de Patio Lantern de donde es expulsado por la congregación religiosa a la que pertenece acusado de robo de los fondos; estafado por su mejor amigo; engañado por su prometida. Viaja al sur, se instala en el pueblo de Raveloe, durante quince años trabaja encorvado sobre la rueca y el pedal. Avaro, esconde sus ahorros, doscientas setenta y dos libras, bajo un ladrillo. Le roba esta cantidad un joven libertino, desalmado, aficionado al juego: Dunsey. El hermano mayor, Godfrey, está casado en secreto con una adicta al opio, con la que tiene una niña que aborrece; y está enamorado de la hija de un hombre rico. La adicta al opio quiere destapar el fruto de su pecado en una fiesta, pero de camino le pilla una tempestad de nieve, haciéndola caer muerta junto a la cabaña de Silas Marner. La hija de dos años, Eppie, es adoptada por el tejedor. Callan el secreto. Dieciséis años después Eppie es querida en el pueblo, reconocida, ha cambiado la vida de Silas Marner. Pero un día se descubre el antiguo secreto: Godfrey confiesa a su esposa, hija de rico, Nancy, su paternidad y antiguo matrimonio con la adicta al opio. Ahora quieren que sea criada como hija de un caballero. Pero Eppie no quiere renunciar a Silas. Al final todo acaba feliz.

¿Habrá argumento más cargante y falso en toda la novela del XIX, extravagante, retorcido, abundoso  en ejemplos morales y doctrinas edificantes?

jueves, 19 de julio de 2012

La educación sentimental

Flaubert se planteó retratar pormenorizadamente la sociedad francesa de su época en el libro "La Educación Sentimental". Consagrado ya, se sentía comprometido con ofrecer "La exaltación de lo vago", cual era su enseña literaria. Pero el ejercicio era arduo, empeñando horas y horas de revisión y corrección escrupulosa, para afinar con el estilo y el léxico. Parece que la inspiración fue desplazada por la observación y el rigor, si es que alguna vez tuvo preponderancia, especialmente en su primera obra, más ágil y lúcida, la famosa Madame Bovary.


jueves, 5 de julio de 2012

Volverás a Vegamián

En 1967 se acabó de construir el embalse del Porma, el segundo más grande en la provincia de León, obra dirigida por el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Juan Benet, natural de Madrid.

La construcción supuso la inundación de un pueblo llamado Vegamián, así como de media docena de pueblos más.

Juan Benet se dedicó en horas libres a la literatura, reconociendo como influencia espoleadora la lectura del americano William Faulkner. En 1961 había publicado su primer libro, Nunca llegarás a nada, colección de relatos. Y en 1967 la novela Volverás a Región, todo un hito en la literatura española contemporánea. Novela de culto, de estilo alambicado, críptico, onírico, complejo, alejado de la retórica hueca y el esteticismo raso del realismo social.

Región resulta un territorio mítico sombrío, marcado por la tragedia de la guerra civil, soporífero, oneroso, con pocos y extraños personajes aviesos, desconfiados, huraños, difícil de alcanzar, de habitar.

Me pregunto qué hubiera resultado de escribir una novela con el título: Volverás a Vegamián, esto es, el pueblo inundado por el embalse del Porma.

Embalse del Porma
Portada del libro Volverás a Región

Pueblo desaparecido: Vegamián


lunes, 2 de julio de 2012

La fuente y Oda a Ang

Cuál será la gran diferencia entre la pintura del francés Jean Auguste Dominique Ingres, La fuente (1856), y la del norteamericano Mel Ramos, Oda a Ang (1973).

1)      La primera es una Venus Anadiómena, la segunda una güiri de las playas de California.
2)      La primera anda siempre desnuda, la segunda se pone bikini para tomar el sol, de ahí las marcas del bronceado.
3)      La primera sigue la curva tradicional praxiteliana, la segunda es una pose erótica de típica muchacha pin-up.
4)      La primera sostiene un ánfora de Sèvres, la segunda una garrafa de plástico PET (Polietileno Tereftalato).
5)      La primera es una alegoría del nacimiento de los ríos y manantiales, de ahí el fondo umbrío de la roca y el bosque, la segunda de la ruptura de una cañería de aguas residuales, de ahí la ardilla radiactiva.