viernes, 11 de mayo de 2012

Música en los campos de concentración

Hay quienes soportan circunstancias vitales tan duras, adversas y trágicas, que cuando la música irrumpe en medio de ellas, la perciben con una sensibilidad inaudita. Hasta cierto punto es indistinta la pieza (la serenata Rimpianto de Enrico Toselli interpretada por Beniamino Gigli, el dueto “Sull`aria” de las Bodas de Figaro, la canción Gute Nacht, Mutter! de Wilhelm Strienz ), la cuestión es que el hondo estremecimiento que provoca en quienes la escuchan viene propiciado precisamente por aquella situación hostil y dramática que viven (en el campo de concentración de Sachsenhausen en Oranienburg, Brandenburgo, en el penal de Shawshank, en el campo de trabajos forzados Plaszow a las afueras de Cracovia). Aquí la música cobra un sentido indescriptible. Rara vez acudimos a un auditorio con una disposición de ánimo tal que nos conmueva de aquella misma manera. Claro que, lo mejor será no tener que pasar por aquellas experiencias para alcanzar una percepción así.





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