En palabras de Joaquín Rodrigo, tras la composición de la
“Fantasía para un gentilhombre”, basada en piezas de Gaspar Sanz, el músico
nacido en la Villa
de Calanda, Teruel, en 1640, ennobleció el instrumento de la guitarra relegada
hasta entonces a manos de barberos, trashumantes, pícaros o sencillas gentes
del campo y de las villas. Me pregunto
si en este tiempo ha vuelto a rebajarse la categoría del instrumento a tenor de
que cualquiera (barbero, trashumante, pícaro, sencilla gente…) es capaz de
colgar en el youtube sus propias y toscas interpretaciones de la música de Gaspar Sanz.
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